Deyá, ubicado en la costa noroeste de Mallorca, es un pueblo de singular belleza que ha atraído a artistas, escritores y visitantes en busca de inspiración y tranquilidad. Anidado entre montañas y el mar Mediterráneo, Deyá ofrece un entorno pintoresco con calles empedradas y casas encaladas.
La historia de Deyá se entrelaza con figuras literarias como Robert Graves, quien eligió este lugar como su hogar. El paisaje escarpado y las vistas panorámicas han inspirado a artistas y escritores, convirtiendo a Deyá en un enclave creativo y bohemio.
El encanto de Deyá radica en su atmósfera relajada y su conexión con la naturaleza. La iglesia de San Juan Bautista, construida en el siglo XVII, es un punto destacado, y el cementerio local alberga la tumba de Robert Graves.
El pueblo cuenta con calas cercanas, como Cala Deià, que ofrece aguas cristalinas y un escenario impresionante. Además, la Ruta Arqueológica de Son Marroig permite a los visitantes explorar vestigios históricos y disfrutar de vistas panorámicas.
Deyá también es conocido por su oferta gastronómica, con restaurantes que sirven platos locales en un entorno encantador. La Plaza de la Iglesia es un lugar pintoresco para disfrutar de la autenticidad de la vida de pueblo.
Este rincón de Mallorca es un refugio para aquellos que buscan una experiencia tranquila, lejos del bullicio, donde la creatividad se mezcla con la naturaleza, brindando un ambiente único y acogedor.