Petra, un pequeño y encantador pueblo en el corazón de Mallorca, cautiva con su ambiente pintoresco y su rica herencia histórica. Rodeado de campos de almendros y tierras de cultivo, Petra ofrece a los visitantes una experiencia tranquila y auténtica.
El núcleo histórico de Petra presenta calles adoquinadas y casas de piedra con detalles arquitectónicos tradicionales. La iglesia parroquial de San Pedro, construida en el siglo XVII, es un punto de referencia importante con su imponente presencia. La Plaza Ramón Llull, en el centro del pueblo, es un lugar animado donde los residentes se congregan y los visitantes pueden disfrutar de la atmósfera local.
La historia de Petra está estrechamente vinculada al nacimiento del misionero franciscano Junípero Serra, quien fundó varias misiones en California. La casa natal de Junípero Serra, ubicada en Petra, es ahora un museo que conmemora su legado.
El entorno rural de Petra ofrece oportunidades para explorar la naturaleza, con rutas de senderismo que revelan vistas panorámicas de los alrededores. La paz y la serenidad del paisaje mallorquín se aprecian plenamente en los alrededores de Petra.
La tradición gastronómica de Petra se refleja en sus restaurantes locales, donde se pueden degustar platos auténticos de la cocina mallorquina. Además, el pueblo celebra festividades locales que destacan su cultura y comunidad.
Petra, con su encanto genuino y su conexión con la historia, ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la autenticidad de la vida en un pueblo mallorquín, donde la tranquilidad y la herencia se entrelazan para crear una experiencia única.