SELVA

Selva, un pintoresco pueblo en el corazón de Mallorca, se presenta como un testimonio vivo de la historia de la isla. Su nombre, derivado del término latino "silva" que significa "bosque", refleja la naturaleza exuberante que lo rodea y su conexión con el entorno natural.

Las raíces de Selva se remontan a la época talayótica, como lo demuestran los restos arqueológicos en sus alrededores. Sin embargo, la verdadera consolidación del pueblo ocurrió durante la dominación morisca, dejando un legado arquitectónico con callejuelas estrechas y encanto medieval.

El corazón de Selva es la Plaza Mayor, un espacio tranquilo rodeado por edificaciones tradicionales y la iglesia parroquial de San Lorenzo. Esta iglesia, construida en el siglo XIII, es un ejemplo impresionante de la arquitectura gótica mallorquina y alberga tesoros artísticos en su interior.

Selva se distingue por sus festividades tradicionales, como la celebración de San Lorenzo en agosto, donde los habitantes participan en eventos culturales y religiosos. Además, el pueblo ofrece senderos que serpentean por la Sierra de Tramuntana, permitiendo a los visitantes explorar la belleza natural de los alrededores.

La ubicación estratégica de Selva, en la base de la Sierra de Tramuntana, proporciona vistas panorámicas impresionantes de las montañas y los campos circundantes. Este rincón mallorquín invita a los viajeros a sumergirse en un ambiente auténtico, donde la historia, la cultura y la naturaleza se entrelazan armoniosamente.